Vicente Casto Borjabad Alguacil nació el 28 de octubre de 1888 en Matute de Almazán (Soria)1. Era el hijo pequeño de una familia de tres hermanos. Su padre, Lino Borjabad Tarancón nació en el vecino pueblo de Barca pero su profesión de maestro les hizo trasladarse de localidad. Su madre, María Alguacil Sanz, natural de Cubillejo del Sitio (Guadalajara) se encargaba de las tareas del hogar y el cuidado de la familia.
Vicente abandonó la provincia de Soria siendo muy joven para emprender la que sería una exitosa carrera militar y policial. Con tan solo 24 años recibió su primera recompensa como miembro de tropa en la Guerra de Marruecos, pues le concedieron una Cruz de plata al Mérito militar con distintivo rojo por su distinguido comportamiento en el combate sostenido en el paso del río Kert (Melilla) y lomas del Tekerim é Ifra-Tuata el día 7 de octubre de 19112.
Cuatro años más tarde, el 18 de agosto de 1916 ingresó en el Cuerpo de Investigación y Vigilancia, por lo que fue nombrado Vigilante de segunda clase con destino en Girona. A partir de entonces sólo abandonaría Cataluña para huir al exilio.
Comenzó a opositar dos años antes, al igual que sus hermanos mayores José y Justo, con quien se pudo examinar en Madrid3. Es muy probable que su hermano Justo también fuese empleado público4 y fuera destinado a Barcelona para trabajar en la Compañía de Tranvías donde, según fuentes franquistas, pudo pertenecer a la logia masónica5.
Durante su estancia en Girona conoció a Adela Delforn Subirós, natural de Agullana (Girona). Vicente y Adela se casaron en noviembre de 19196 en La Jonquera, donde residían.
Los ascensos en el cuerpo de Vigilancia se dieron rápidamente, así, en noviembre de 1928 llegó a ser Subcomisario de la Comisaría General de Fronteras y Puertos de Barcelona; y en agosto del siguiente año fue nombrado Agente de Primera Clase.
Vicente pudo volver a La Jonquera en 1931 gracias a su traslado en el Cuerpo y desde allí continuar con los ascensos. Cabe destacar una importante decisión que tomó a raíz del cambio de normativa del gobierno de la II República por la cual se adaptó el personal del Estado a la Generalitat, especialmente el Cuerpo de Investigación y Vigilancia. Disposición mediante la cual se transferían a la Generalitat de Cataluña las funciones que estaban encomendadas a los cuerpos estatales, dejando así a la Generalitat organizar los servicios de policía y el orden interior en Cataluña. Los funcionarios podían optar entre pasar a las plantillas autonómicas o continuar en las del Estado7. Vicente eligió motu proprio permanecer a las órdenes de la Generalitat.
Posteriormente e inmersos en plena Guerra Civil, en octubre de 1938 fue nombrado jefe de la primera zona de la Comisaría8 General de Fronteras y Puertos de Barcelona9. Estos datos nos indican, no solo que estaba teniendo una exitosa carrera en el cuerpo de Vigilancia (equivalente a policía) sino que, además, tuvo un papel muy relevante durante el desarrollo de la Guerra Civil Española porque fue responsable de uno de los sectores de seguridad más importantes en Cataluña. Así, resulta relevante que en diciembre de 1938 fuera nombrado representante de la Dirección General de Seguridad de la zona.
Parece que el papel de Vicente Borjabad durante la Guerra Civil española fue fundamental, especialmente en lo que al exilio se refiere. Desde su destacado puesto en la frontera pudo ayudar a cientos de españoles a huir a Francia10, facilitándoles el paso al país vecino para poder exiliarse y huir de la guerra y el fascismo. Los documentos nos indican que este soriano afincado en Cataluña colaboró con otras organizaciones11 y mandos republicanos para que miles de personas pudieran salvar su vida cruzando los Pirineos. Desde su puesto de mando y debido a su conocimiento de la frontera de Pertus12, entre otras, conseguía pasaportes y otros elementos de paso fronterizos para ayudar a cuantos lo necesitaran. Así pudo ayudar a los exiliados en su sueño en busca de una vida mejor lejos del franquismo.
Vicente no abandonó pese a la dureza de las condiciones y el avance de la guerra, de manera que sólo cuando todo se daba por perdido decidió huir él también. Tras la caída de Cataluña en enero de 193913 cruzó la frontera dejando a su mujer y a su anciana suegra en La Jonquera. Así, el 6 de febrero de 193614 se exilió a Francia.
Su historia podría formar parte de la Retirada15, especialmente por su ayuda y colaboración para con los miles de españoles que huían de la Guerra Civil, pero también por su propio16 exilio al darse la Guerra por perdida.
Para Adela, su mujer, la vida tampoco sería fácil entonces. Tenía que cuidar de su anciana madre sola, soportar el exilio de su marido durante largos años y lo peor de todo, la persecución franquista a la que se vio sometida, puesto que se dieron órdenes precisas para vigilarla de cerca por si pudiera estar relacionada con las actividades de su marido concernientes a la ayuda a los exiliados republicanos españoles al otro lado de la frontera17.
El destino de Vicente en Francia fue la localidad vecina de Le Boulou, donde un cuñado suyo, hermano de Adela, tenía una fábrica de tapones de corcho. Por entonces ya había sido cesado de su puesto en España, pues se ordena su baja definitiva del Cuerpo de Investigación y Vigilancia18 (1939).
La familia Delforn Esparch lo acogió en su casa hasta que las autoridades francesas lo internaron en el campo de concentración de Rivesaltes19 hacia 1942, una vez establecido el gobierno de Vichy20.
El periodo de tiempo que pasó en Rivesaltes fue atroz para su estado de salud, pues ya tenía una afección estomacal que empeoró en el campo de concentración, algo que era tristemente habitual21. Su estado de salud se agravó y pasó 18 meses ingresado en el Hospital de San Luis de Perpignan. Cuando parecía que podía continuar en Boulou le detuvo la Gestapo en su vivienda, el 9 de junio de 194422.
En el país franco su actividad no cesó en la lucha por ayudar a los que más lo necesitaban, así como en defender la justicia y la libertad. Una vez en Francia formó parte de la Resistencia francesa a la ocupación nazi, siendo uno de los mejores agentes del grupo de Boulou. Sus compañeros de la Resistencia recalcan su honor y valentía23.
Perteneció al M.U.R (Movimiento Unificado de Resistencia) y se encargaba de los enlaces, la propaganda para la resistencia y la difusión de periódicos clandestinos24.
Tras su detención fue encarcelado en la Ciudadela de Perpignan y posteriormente llevado a la prisión de Compiegne (15 de julio de 1944). A los tres días de su traslado a Compiegne fue deportado a un campo de concentración alemán, en Neuengamme. Así, sabemos que el sábado 15 de julio de 1944 el tercer gran transporte con destino Neuengamme parte de Compiegne, compuesto por más de 1500 hombres que son llevados en vagones de animales. Llegan a destino el día 18 de julio después de dos días de viaje. El convoy tuvo que detenerse en diversas ocasiones debido a los numerosos bombardeos y por las tentativas de evasión. La mayoría de los deportados de este convoy eran miembros de la resistencia francesa y conocidos activistas que fueron detenidos y capturados en diferentes ciudades de Francia, detenidos en combates directos con el Ejército Alemán25.
En Neuengamme fueron encerrados un número reducido de españoles y era el campo de concentración más grande del noroeste de Alemania. Muchos de los prisioneros de este campo fueron traslados al subcampo de Sandbostel26, entre ellos Vicente Borjabad Alguacil, donde permaneció hasta la liberación del campo en abril-mayo de 1945.
Pese a que sobrevivió a las prisiones y campos de concentración, el paso de Vicente por estos lugares del horror tuvo un coste irrecuperable para su salud, que empeoró notablemente. Cabe destacar el hecho de que perdió 12 kg en el campo alemán27.
Tras su liberación pasó un tiempo ingresado, pues como él cita literalmente “era un esqueleto viviente28” y tenía que recuperarse, hasta que pudo regresar a casa de su cuñado en Le Boulou. En el campo de concentración de Neuengamme dejó su alianza matrimonial, una tarjeta personal, el reloj de bolsillo con la cadena y tres llaves de su casa, objetos de gran valor sentimental que nunca recuperó.
El 27 de septiembre de 1947 Vicente volvió a casa. Regresó a su hogar demacrado físicamente y con su salud aún más denostada, también psicológicamente tras tantos años de exilio, lucha y prisión. Pudo volver a España con un permiso que obtuvo a través del Consulado de España en Perpignan29.
A los pocos meses de su llegada solicita el reingreso en el Cuerpo para poder tener recursos económicos y que puedan subsistir él y su mujer Adela. La resolución de su solicitud, un año más tarde, en agosto de 1948, fue negativa. Pese a su interés en volver a trabajar, desestiman su petición por partida doble, puesto que en 1951 la vuelven a desestimar debido a sus antecedentes y por la escasez de argumentos a favor, además de la edad que ya tenía30. Así, el 18 de noviembre de 1950 se le declara jubilado por haber cumplido la edad reglamentaria y pese haber estado separado del Cuerpo de Vigilancia desde 193931. Unos meses más tarde le conceden la pensión como Agente de primera clase: 2.400 pesetas anuales, 200 mensuales32.
El siguiente paso que da Vicente Borjabad es la solicitud del título de resistente al Estado Francés, concedido en 195233. Para gestionar los cobros de su pensión a partir de 1953 decide encargárselo a la habilitada de clases pasivas y también artista: Elena Nogareda Cuellar34 (Girona). A partir de ese momento comienza a llevar una vida más relajada en La Jonquera, el lugar que lo acogió y que para él siempre fue su hogar. Allí murió el 17 de septiembre de 195735. Su mujer, Adela falleció el 18 de septiembre de 197836 y están enterrados juntos en el cementerio del municipio.
En el año 2018 descubrimos a Vicente Borjabad Alguacil y empezamos a indagar en su biografía, así como nos involucramos en la búsqueda de familiares a los que poder entregar los objetos que Arolsen37 rescató del campo de concentración de Neuengamme.
Vicente Casto Borjabad Alguacil (1888-1957). Una vida en la resistencia.